archivo | 5 junio, 2017

ASUS ZenBook Flip S, primeras impresiones: el 4K no le queda grande a este convertible de 1 kilogramo

Aprovechando Computex, ASUS nos daban a conocer la última apuesta por el convertible de la marca: el ASUS ZenBook Flip S. Un dispositivo que no deja dudas sobre a qué linaje pertenece, caracterizado por la delgadez y el aluminio, y que hemos podido probar tras su presentación, así que os traemos nuestras primeras impresiones del ASUS ZenBook Flip S.

El golpe de efecto en cuanto al diseño lo dan presentando un producto bastante más liviano que su predecesor, el ASUS ZenBook Flip, y también al no dejar hueco en el evento para tablets como tal. Sus reclamos además de la delgadez: un hardware competente y un derroche de píxeles en esa pantalla de 13,3 pulgadas. ¿Le sienta bien el 4K a este ligero dispositivo? Os lo contamos con el máximo detalle posible.

Diseño y construcción: que las marcas de la casa quepan en un centímetro de grosor

No ha habido cabida el policarbonato en las renovaciones de esta familia de ordenadores. Siguiendo con esa especie de condición sine qua non que la compañía parece adoptar con la línea Zen, el Flip S también tiene una cubierta de aluminio unibody y esos bordes que van adelgazándose hasta dejar un borde totalmente en ángulo, como ya vimos en el ASUS ZenBook 3 el año pasado.

Alguna cosa también hereda del ASUS Flip anterior, aunque en este caso con unas bisagras mucho más discretas pese a seguir teniendo ese toque de brillo o glossy. El trabajo en compactar el equipo es digno de mención, más allá de si se cumplen récords propios o generales, y lo notamos al sostenerlo en mano o al abrir bisagras a 180 o a 360 grados.

Asus Zenbook Flip S

En cuanto al calentamiento, ASUS ha anunciado un nuevo sistema de ventilación para el Flip S que incluye un rotor de polímero de cristal líquido de 0,3 milímetros de grosor. Sobre el papel los tecnicismos siempre quedan bien y puede llamar atención, pero hay que ver si esto se traduce en que el usuario no percibe un calor que exceda lo habitual, y por desgracia es algo que no podemos asegurar con tan poco tiempo de prueba.

Pero lo cierto es que los equipos estaban continuamente siendo utilizados y el Flip S estaba bastante «fresco». Habrá que ver qué tal después de una buena sesión de uso, sobre todo si es de reproducción de contenido multimedia, pero a priori parece aguantar bastante bien un uso ligero continuado.

Asus Zenbook Flip S

Pantalla: bienvenido al pequeño de la familia, 4K

Con lo de moda que parecen estar los convertibles, puede que en ASUS hayan pensado que hay que poner algo más en el anzuelo y entrar aquí también en la guerra de las «K». Esto será bienvenido por aquellos usuarios más sensibles y exigentes a nivel de detalle en pantalla y que dispongan de contenido en esta resolución, por lo que es un buen paso de cara a satisfacer la demanda de este público.

Durante el tiempo que estuvimos usándolo no vimos nada que hiciese sospechar que el 4K le queda grande, aunque lo interesante aquí será ver qué tal es el uso de esta resolución en el día a día sobre todo hablando también de batería. Es un parámetro que puede regularse, como siempre ha permitido Windows, aunque lo suyo es que se defienda bien en esta opción.

Asus Zenbook Flip SAsus ZenBook Flip S en modo tablet.

Otros aspectos a destacar aquí son las cifras que sí tienen un impacto en la experiencia, o al menos en aquellos que valoramos que se haga un esfuerzo en aprovechar el frontal. El Flip S no pasa del 80% de ratio pantalla/frontal como el Deluxe o el Pro, pero se queda en un 80% y eso se traduce en que los marcos tienen muy poca presencia, sobre todo los laterales (de 6,11 milímetros en el del Flip S), cosa que sobre todo se agradece en modo tablet.

La respuesta táctil es buena, así como los ángulos de visión, el brillo y los colores, todo bien equilibrado. Pero también probamos el ASUS Pen, que es compatible con éste y el resto de equipos presentados, y con él sí notamos que algo de retraso entre trazo y toque.

Asus Zenbook Flip SCon los marcos bastante reducidos y la posibilidad de quedarnos en resolución 4K, el Flip saca pecho en pantalla aunque sea la de menor tamaño de los tres nuevos ZenBook.

Moviéndose con fluidez y quedándose tan fresco

El Flip S viene con un procesador Intel Core i7 de séptima generación de la serie U, característica de estos dispositivos tan finos y estando así a la par del ZenBook 3 Deluxe. Junto a ello están los 16 GB de RAM, hardware que resulta ser más que suficiente para mover y ejecutar tareas sin que haya parones o cierres inesperados, así como para desplegar la multitarea sin lag. A falta de ver qué tal va con muchas más apps instaladas y ejecutándose al mismo tiempo día a día, de momento nos llevamos buena sensación en cuanto a fluidez y rendimiento.

A falta de ver qué tal va en el día a día, de momento nos llevamos buena sensación en cuanto a fluidez y rendimiento

¿Y qué ocurre con el calentamiento? Nos contaba ASUS que tuvo que crear un nuevo sistema de ventilación de polímero de cristal líquido de sólo 0,3 milímetros de grosor para que el liviano dispositivo no acabase preso del aumento de temperatura de los componentes. Y a falta de las pruebas de fuego (nunca mejor dicho) la verdad es que nos encontramos unos Flip S muy «frescos», teniendo en cuenta que eran equipos toqueteados de manera continua por gente que, como nosotros, intentaba buscarles las cosquillas.

Asus Zenbook Flip SEl touchpad va bien pero no integra lector de huellas, como en el resto de equipos.

Con lo que más lo hemos hecho «sufrir» ha sido con creación de vídeos con la webcam y reproducción tanto de éstos como de otros contenidos, y a priori podemos decir que está bien conseguida esa refrigeración porque la temperatura no llegó a molestar en ningún momento, eso sí, la cámara es muy básica y nuestras videoconferencias serán prácticamente acuarelas.

Asus Zenbook Flip S

Los deberes hechos a falta de hacer el examen de evaluación

El río sonaba dentro de ASUS en cuanto a dar el apagón al formato tablet cuando a finales del año pasado hablábamos de un 2016 de irrelevancia para este producto y el triunfo progresivo de los convertibles sobre el mismo. La prueba parece la presentación de estos equipos, cuatro portátiles o ultrabooks convencionales y un convertible. Cero tablets.

Asus Zenbook Flip S

Al menos por definición, porque para esa función está este Flip S que busca ser el producto de elección para quienes aprovechen esas bisagras de 360 grados, y quieran lo más liviano tanto para usar con teclado como con taps. Y respecto a esto, comentar que bisagras no se han quedado atascadas** (como pasa en algunos convertibles) y matizar que el nuevo sistema de refrigeración parece funcionar bien.

Obviamente no podemos hablar de la autonomía, pero recordamos que aquí el fabricante mantiene esa promesa de 11,5 horas para el Flip Sque no vimos en nuestro análisis del anterior Flip, así que veremos si este año se aproxima más a esa cifra. Algo que de hecho tiene aún más difícil teniendo en cuenta el impacto del 4K y con una batería probablemente menor (por tamaño, pero nos falta saber el dato en mAh).

Asus Zenbook Flip S

En resumen: el ASUS ZenBook Flip S nos ha dejado muy buenas sensaciones y desde luego parece una buena opción para quienes busquen un equipo bastante completo que no sea demasiado pesado, y un tablet sea demasiado básico por software o por prestaciones.

Vía | Xataka

Cómo Ethereum está disputando el papel de criptomoneda más segura sobre blockchain a Bitcoin

Ethereum está de moda. Estamos hablando de la nueva criptomoneda que podría hacer sombra a Bitcoin, pues su evolución es meteórica y supera, por mucho, a las copias que surgieron de Bitcoin en su día y que apenas tienen relevancia ahora.

Lo cierto es que uno de los motivos de la popularidad de Ethereum es que es algo más que una criptomoneda, pretende ser una plataforma de computación (o contratos inteligentes) basada en blockchain. Pero esta popularidad está haciendo que se convierta muy atractiva como simple criptomoneda.

Diferencias entre Ethereum y Bitcoin

Aparte de la capacidad de Ethereum para ejecutar código en su blockchain, si nos ceñimos estrictamente a las características como criptomoneda, hay bastantes diferencias con Bitcoin.

La principal y más importante es que no hay límite de emisión de ethers, la moneda de Ethereum, mientras que con Bitcoin hay un límite estricto de 21 millones. Esto implica que llegará un día en que no se crearán más bitcoins y se convertirá, por tanto, en una moneda deflacionaria.

Eth2

La deflación en la economía no es nada buena, así que como moneda no puede ser un buen invento. Sin embargo pocos la usan como moneda, las criptomonedas son más bien un commodity, un elemento en el que invertir. Y que un bien sea escaso es muy positivo para los que invierten en él.

Aparte de esta diferencia hay otros detalles técnicos que separan ambas tecnologías, excesivamente técnicos, diría yo. Vamos a repasar dos porque es importante para el tema que estamos tratando. El primero es que el minado con Bitcoin es bastante complicado y hay que acudir a hardware específico para realizarlos (ASICs). En cambio, con Ethereum se puede hacer con una simple GPU de un PC.

El segundo es que el tiempo de bloque en Bitcoin es de 10 minutos, y cuando se genera un bloque se «crean» 12,5 bitcoins (antes eran 25 y con el tiempo volverán a bajar a la mitad, es parte del algoritmo). En cambio en Ethereum el tiempo de bloque es aproximadamente 14 segundos y se crean 5 ethers.

El sistema PoW

Para que una criptomoneda funcione los nodos de la red están continuamente comprobando las transacciones, es lo que se denomina Proof of Work (PoW). La seguridad de este sistema depende de la cantidad de nodos (potencia de cálculo total de lo mismos) y de que no haya un único usuario con mucha capacidad dentro de la red (pues podría intentar un ataque malicioso).

Eth1

El mejor incentivo para que el PoW sea potente, y por tanto el blockchain seguro, es que la recompensa por ser un nodo de la red sea buena. Cuanta mayor sea la recompensa mejor, más usuarios decidirán ser nodos.

Es cierto que Ethereum está estudiando pasar a otra tecnología, Proof of Stake (PoS), en teoría mucho más segura, pero está por ver ya que tecnológicamente no está tan claro de que sea posible de realizar.

Pero… ¿quién es más seguro?

La gran pregunta es quién es más seguro. De momento lo ha sido Bitcoin, con la cantidad de nodos que tiene demuestra que lo más rentable es ser minero allí. Pero esto está cambiando, poco a poco.

No es nada fácil calcular cuánto dinero obtienen los mineros en cada tecnología. La cuenta más fácil es la siguiente: en Bitcoin se obtienen 12,5 bitcoins cada 10 minutos. A precios de hoy esto es 27.060 euros.

Por otro lado en Ethereum se obtienen 5 ethers cada 14 segundos, esto es 214,28 ethers cada 10 minutos. Y esto equivale a 42.830 euros. Por tanto, a día de hoy, ¡Ethereum genera más dinero que Bitcoin! Siempre que el valor (en cualquier otra moneda) de un ether sea 0,05833 o más veces el de un bitcoin, Ethereum gana. Esto se mide con la constante de Köppelmann en foros especializados.

Ethereum genera, a día de hoy, más dinero para sus mineros que Bitcoin

Pero este valor no es suficiente, ya que cuando hay transacciones dentro de una criptomoneda se da una «propina» para que se confirme la transacción (la comisión de transacción de los bancos de toda la vida). Y cuanto más volumen de transacciones haya más dinero obtendrán los mineros por confirmarla. Tiene sentido, ya que por ejemplo en Bitcoin, cuando se alcancen los 21 millones de monedas, ya no se generarán Bitcoins «de la nada» y los mineros vivirán exclusivamente de estas «propinas».

Hay quien ha calculado lo que se genera con este mecanismo tanto en Bitcoin como en Ethereum y lo añade a los cálculos. Actualmente la proporción de precio que tiene que haber para que Ethereum sea mejor que Bitcoin es, por supuesto, un poco más alta que la constante de Köppelmann, concretamente 0,0762. Pero como el cambio ether/bitcoin está en 0,092, también se supera. Es decir, teniendo en cuenta incluso las «propinas», Ethereum genera más dinero que Bitcoin para sus mineros. Por cierto, a esto se le denomina equilibrio Buterin.

No solo de mineros vive la criptomoneda

Pero, ¿tiene esto un impacto en ambas monedas? ¿Hay gente que está dejando de minar en Bitcoin para pasarse a Ethereum? ¿Hay más movimiento en Ethereum que en Bitcoin?

Lo cierto es que ser minero en Bitcoin requiere un hardware específico que no sirve para minar en Ethereum. Alguien que haya hecho la inversión en este hardware es complicado que cambie. Pero sí puede que en lugar de añadir potencia a la red de Bitcoin se centre en Ethereum.

Estamos cerca de ver que Ethereum supere en todos los aspectos a Bitcoin, y entonces sí podremos decir que su blockchain es más seguro

En cuanto a capitalización del mercado, que mide la cantidad de dinero que existe en ambas monedas, todavía Bitcoin tiene la delantera, casi el doble. Existen casi 40.000 millones de dólares en bitcoins frente a los 20.000 de ethers. La capitalización se igualará cuando el precio de un ether sea 0,176 el de un bitcoin. Todavía estamos lejos, claramente.

También es importante ver el volumen de transacciones, y de momento sigue ganando Bitcoin, con 1.549.330.000 de bitcoins movidos frente a 719.505.000 de ethers en las últimas 24 horas. Todavía hay mucho más movimiento en Bitcoin, pero claramente los números de Ethereum son espectaculares.

Todos estos datos para ver si Ethereum gana relevancia frente a Bitcoin se pueden ver en tiempo real, ya que hay una comunidad siguiendo estos datos muy de cerca, pensando en dar el cambio de Bitcoin a Ethereum. Cuando se superen todos desde luego podremos decir que el blockchain de Ethereum es más seguro que el de Bitcoin, sin ninguna duda.

Vía | Xataka

SpaceX lanza con éxito una cápsula Dragon reciclada y consigue aterrizar el cohete Falcon 9 utilizado

SpaceX no parece contenta con conseguir traer sano y salvo a tierra firme a un cohete Falcon 9, algo que ya ha realizado en cinco ocaciones, en esta ocasión ha mandado al espacio una cápsula Dragon que ya había sido utilizada en el pasado, demostrando que más partes de su sistema pueden recicladas y ofrecer una vida útil más larga.

Es la primera vez que esto ocurre, resulta impresionante encontrarnos con estas operaciones se estén convirtiendo en rutina. En definitiva, abaratar mucho los increíbles gastos de los proyectos espaciales.

La cápsula Dragon protagonista de esta historia ya estuvo en el espacio en septiembre de 2014, con la misma misión que ha tenido ahora, llevar suministros a la Estación Espacial Internacional. En aquella ocasión estuvo cerca de un mes acoplada a la estación para luego caer en el Océano Pacífico, donde fue recuperada.

Más de 2.700 kilos de suministros y experimentos científicos que han sido transportados en una Dragon de segunda mano

El proceso de despegue, llevar a órbita a Dragon y desacople no dura más de diez minutos, podemos seguirlo al completo en el siguiente vídeo que ha compartido SpaceX. El acople con la Estación Espacial Internacional tendrá lugar en menos de 36 horas.

Otro cohete de vuelta

Sobre el cohete Falcon 9 de esta misión hay que decir que no era unidad reutilizada, pero eso queda en un segundo plano al conocer que ha conseguido aterrizar en tierra firme sin mayor problema. No ha sido en una superficie flotante, sino en tierra firme: lo ha hecho en la ‘Landing Zone 1’ en Cabo Cañaveral.

En estos momentos SpaceX dispone de 11 cohetes Falcon 9 que han estado haciendo operaciones en el espacio y han vuelto a casa. Con esta cápsula Dragon que han lanzado dos veces, tienen la intención de volver a darle otro vuelo: la vida útil parece encontrarse en tres misiones.

Dragon 2 en desarrollo

La cápsula o nave de SpaceX tiene una segunda evolución bien clara en desarrollo. No queda claro si será llamada Crew Dragon o Dragon 2, lo que sí es seguro es que será capaz de llevar a personas hasta la Estación Espacial Internacional.

No solo tendrá que llevar tripulación, también se introducirá la forma de poder moverse y descender mediante propulsores, además de los ya utilizados paracaídas.

Más información | SpaceX | Xataka

‘Singularity’: el mejor videojuego en realidad virtual es caro, pero merece mucho la pena

Una inteligencia artificial ha tomado posesión de una estación espacial que orbita cerca de la Tierra. Un equipo de operaciones encubiertas, entre los que nos encontramos, será el encargado de la misión de rescate. Por el camino aparecerán robots, drones y otros obstáculos que debemos superar para sobrevivir y cumplir con nuestro objetivo.

Ésa es la premisa de ‘Singularity’, el nuevo videojuego de Zero Latency Madrid, un centro de realidad virtual en el que tendremos que movernos (sin cables) por una superficie de 200 metros cuadrados. Estuvimos probándolo y ésta fue nuestra experiencia:

Inmersión total

‘Singularity’ es un juego cooperativo en el que hasta seis personas tendrán que combatir contra la citada inteligencia artificial. A cada miembro del equipo se le adjudican unas gafas de realidad virtual (con una especie de antena), unos auriculares, un rifle y una mochila con un portátil Alienware adaptado.

Antes de entrar en la zona de combate, se nos dan unas instrucciones básicas, entre las que se encuentra la manera de regular el enfoque (si usas gafas graduadas no puedes entrar con ellas puestas, aunque yo soy miope y no tuve ningún problema), cómo reaccionar si nos chocamos contra un compañero o la pared o el funcionamiento de nuestra arma:

Rifle Zero Latency

Como se aprecia en la imagen, aparte del gatillo, tenemos un botón para cambiar de tipo de arma y munición (láser, escopeta, daño de área y metralleta), una corredera para recargar y otro botón en la parte inferior para recargar. El rifle pesa y eso ayuda a que la experiencia sea aún más real dentro del juego (no sientes que tengas un juguete en la mano). La mochila también pesa y en total cargamos unos 3 kg.

Lo que vemos dentro de las gafas, aparte del escenario con el que tenemos que interactuar, es nuestra barra con nivel de vida, munición restante y tipo de arma que llevamos equipada. Además, aparece un círculo blanco a modo de rádar en el que localizamos a nuestros compañeros. Si nos acercamos mucho a uno de ellos, escucharemos una sirena muy molesta que nos invitará a alejarnos. Lo mismo sucede si nos acercamos a una pared.

El primer impulso cuando estás jugando es correr y saltar como si estuvieras en campo abierto

Las sirenas son importantes porque cuando estás jugando el primer impulso que sientes es correr, saltar y, en definitiva, comportarte como si estuvieras en un campo de batalla de verdad. No olvidemos que, aunque juegas en una superficie sin obstáculos físicos, chocarse contra una pared con la emoción del momento puede acabar en accidente curioso (imagina cuando en el hospital te pregunten cómo te has hecho eso la cabeza).

Por las dudas: sí, tenemos que movernos físicamente por el recinto y también tendrás que ponerte de acuerdo con tus compañeros. Habrá momentos en los que cada jugador deba ocupar una posición para abrir una puerta o repartir puntos de defensa (porque los enemigos vienen por todos lados). Para ello, cada jugador tiene un micro con el que comunicarse y, además, una persona de la organización de Zero Latency nos irá guiando a medida que avancemos.

Singularity Zero LatencyDerrotando a una oleada de robots en ‘Singularity’

Lo que hace la experiencia tan inmersiva, aparte de lo intuitivo que es el propio juego, es que te puedes mover libremente, sin cables, sin miedo a que el sensor no reciba luz (como en otras tecnologías como PlayStation VR y ‘Farpoint’). Probablemente sea lo más cercano que todos teníamos en la cabeza cuando escuchamos hablar de videojuegos en realidad virtual.

¿Marea? No. Como cada uno de los movimientos que haces se corresponden con lo que ves en las gafas, no se produce esa sensación de mareo o desestabilización que hemos vivido en otros juegos VR. Sí sentirás vértigo (hay un momento en el que tendrás que cruzar una pasarela estrecha que cuelga a una gran altura) y adrenalina (cuando te gires y te des cuenta de que estás rodeado de drones asesinos).

La tecnología detrás de ello

Cesar Zero Latency

El casco de realidad virtual está basado en la plataforma abierta OSVR, los auriculares son unos Razer, la mochila que llevamos es un portátil adaptado Alienware y el rifle es una arma simulada en 3D.

Nos han contado pocos detalles sobre la tecnología que hace posible que podamos movernos y que no haya retardos dentro del propio juego (el nombre Zero Latency está bien justificado), especialmente porque todavía está pendiente de patentar.

Sí nos explicaron que un sistema de cámaras rastrea los movimientos de los jugadores, envían una señal a un servidor, se procesa y se devuelve a las mochilas de los participantes. Ahí se renderiza la imagen que vemos en las gafas, así que imaginamos que la capacidad de proceso de los portátiles será muy alta para que puedan funcionar en tiempo real y sin retardos.

Al parecer, se ha probado con éxito en modos de hasta 16 jugadores y en superficies más grandes (la original Zero Latency, con sede en Melbourne, cuenta con un campo de batalla de 400 metros cuadrados).

¿Veredicto?

Es una experiencia muy buena, pero también cara. Cada jugador tendrá que pagar entre 35 y 39 euros y una sesión dura entre 27 y 30 minutos. Sin embargo, es la mejor experiencia de juego en realidad virtual que hemos probado hasta la fecha y sólo por eso merece la pena probarla: realista, inmersiva y muy divertida. Acabarás sudando de la actividad física y, lamentablemente para tu bolsillo, con ganas de más.

Vía | Xataka

Los «mineros» de Ethereum están agotando las existencias de las Radeon RX 500

Si estás buscando una de las nuevas tarjetas gráficas de la familia AMD Radeon RX 500 seguramente te enfrentes a periodos de espera que pueden llegar a ser de hasta un mes en algunos casos.

No hay forma de encontrar una de estas gráficas en el mercado, y la culpa no la tienen los gamers para quienes teóricamente estaban pensadas estas tarjetas: la culpa la tienen los mineros de bitcoin y Ethereum, que están haciéndose con todas las existencias.

Los mineros aprovechan la indiferencia de los gamers

Un análisis de hace unos días publicado en Wccftech mostraba cómo se comportaban distintas tarjetas gráficas a la hora de hacer esa minería de criptomonedas, y en concreto de ETH, que se está convirtiendo en toda una referencia poco a poco y una fuerte alternativa a bitcoin para todos los que compran y venden moneda virtual con cualquier tipo de propósito.

Amdradeon

En ese análisis quedaba claro que las AMD Radeon RX 570 eran especialmente interesantes para este tipo de proceso intensivo, sobre todo debido a su relación entre potencia y consumo, que las hacía más destacables que las GTX 1070 o GTX 1080 de NVIDIA.

En realidad los mineros de Ethereum lo saben bien, y desde que aparecieron las tarjetas se ha venido comprobando cómo el inventario de estas gráficas se ha agotado rápidamente. Incluso modelos antiguos como las RX 470/480 o las anteriores R9 390, R9 Fury X o R9 Nano son codiciadas en el mercado de segunda mano, donde su valor está incluso por encima del precio de venta original. La locura.

La situación es extraña para un mercado como el del gaming, que recibió estas tarjetas con cierta indiferencia —eran una versión algo más potente de las RX 400— pero en AMD se están frotando las manos, porque no dan abasto con los procesos de fabricación de esas RX 570 y RX 580: todo lo que fabriquen se les va de las manos, pero como decimos no para jugar, sino para lograr obtener jugosos beneficios con la «extracción» de criptomonedas como bitcoin o ETH/ETC.

Vía | Wccftech | Xataka

IBM ya está en los 5nm: 30.000 millones de transistores en el tamaño de una uña

Un trabajo conjunto de IBM Research, GlobalFoundries y Samsung nos llevan a encontrarnos con transistores que dan forma al chip con tecnología de fabricación de 5 nanometros. Una versión comercial no se podría hacer mañana, pero es un avance tecnológico muy importante: se podrían meter 30.000 millones de transistores en un chip con el tamaño de una uña.

Para llegar a este punto se ha utilizado el mismo proceso EUV – extreme ultraviolet lithography – que cuando consiguieron llegar a los 7nm, dejando a un lado el diseño FinFET. Hace menos de dos años, con los 7nm, se podían embutir a 20.000 millones de transistores en el mismo espacio que antes comentamos.

Este avance revitalizará la industria encargada de crear chips y mantendrá a la tecnología en el camino marcado por la Ley de Moore: el número de transistores se irá duplicando cada dos años.

Ibm 5nm 3

IBM Research tiene trabajando en esto a más de 3.000 investigadores en 12 laboratorios

¿Qué se consigue actualmente? Tenemos a compañías como Intel consiguiendo meter 15.000 millones de transistores usando el proceso FinFET anteriormente citado.

Con el trabajo de IBM hablaríamos de mejorar en un 40% la velocidad de un chip actual de 10nm, mejorando su eficiencia en un 75%.

Nos podemos poner a pensar en dispositivos más pequeños y potentes, en el Internet de las Cosas, pero también debemos pensar que esto será una mejora directa en nuestros teléfonos móviles: de dos o tres veces más eficientes a la hora de consumir baterías.

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No lo veremos pronto

Todavía no hay chips construidos con tecnología de fabricación de 7nm, no será así hasta 2018 como muy pronto, así que pensar en saltar a los 5nm es pensar demasiado deprisa. Podemos estimar que en 2020 ya habrá algo disfrutable.

Lo más interesante del avance es que se podrían seguir manteniendo los pasos y procesos de creación de los chips de 10nm, no habría que revolucionar las fábricas. Los diseñadores de chips tampoco tendrán que inventar la rueda para recibir mejoras, vendrán de la mano de la miniaturización de sus diseños existentes y probados.

La importancia de los nanómetros

Ibm 5nm TransistorUn primer plano de los transistores de 5 nanómetros de IBM

or permite emular el comportamiento básico de un bit, con sus estados 0 y 1, según se permita o no el paso de la energía por él.

Teniendo uno o más transistores se puede crear una puerta lógica para poder realizar sencillas operaciones matemáticas, y con una o más puertas lógicas se emulan operaciones básicas de bajo nivel, que son las que gestionan las instrucciones de código máquina.

La técnica actual ha permitido crear transistores que serían imposibles de ver sin los microscópicos electrónicos, con una mayor de densidad de transistores en cada evolución y las consiguientes ventajas:

  • El consumo es cada vez menor, ya que el área es más reducida y se necesita menos voltaje para funcionar.
  • Al tener menos consumo podemos incrementar la velocidad, la frecuencia de funcionamiento, sin que se queme el conjunto.
  • Las arquitecturas también mejoran, al poderse crear más bloques funcionales en menos espacio: al final tenemos más tareas en el mismo ciclo de reloj.

La evolución no es sencilla, una tecnología de fabricación no es madura hasta que no tiene un precio de construcción similar a la anterior establecida. Se entiende que hasta llegar a ese punto, las empresas involucradas no están ganando dinero en el proceso.

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Vía | Xataka

No, el Medio Ambiente no es una causa perdida

La semana pasada fue una semana negra para el medio ambiente. Como ya sabréis, Trump y sus polémicas ideas sobre política ambiental sacaron a EEUU, uno de los países más contaminantes (y más influyentes) del mundo, de los esfuerzos internacionales contra el cambio climático. Ante esto, lo fácil es volverse cínico o pesimista y acabar preguntándonos qué tenemos que celebrar en días como hoy.

Pero, aunque aún queda mucho por hacer, las muchas tendencias globales no justifican (del todo) ese pesimismo. Y el Día Mundial del Medio Ambiente es un buen momento para recordar las más importantes.

La naturaleza es (y debe ser) rentable

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En los últimos años hemos comprendido dos ideas fundamentales: que los entornos naturales tienen un enorme potencial financiero y que, además, deben tenerlo. Por ejemplo, Nueva York descubrió que mientras estaba malgastando cientos de millones en plantas de filtrado y potabilización de agua, conservar los ecosistemas de las cuencas era más barato y tenía efectos similares.

China, que se encuentra en medio de una crisis sanitaria bastante fuerte por culpa de la contaminación, también ha llegado a la conclusión de que sale más barato invertir en medio ambiente. Por eso, ha desarrollado un ambicioso plan que identifica (y protege) recursos naturales críticos y que ya tiene una plantilla de más de 4.000 funcionarios.

Pero no solo eso, hemos comprendido que, además, los ecosistemas pueden ser muy rentables. Es decir, hemos dejado de ver los bosques, los mares y las reservas de la biosfera como zonas que solo tienen valor ecológico. Si queremos que esas reservas tengan futuro, deben ser una fuente de recursos para su entorno socioeconómico local. Y en esto, combinar un turismo verde y responsable con nuevas industrias forestales intensivas en tecnología parece ser la clave de los grandes planes de conservación ambiental.

Las ciudades están cambiando

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Junto a esta nueva forma de entender los espacios protegidos, estamos viviendo una transformación sin precedentes del espacio urbano. Y es que las ciudades se enfrentan a tal cantidad de problemas de contaminación, de movilidad y de caída de la productividad que se ven avocadas a una reforma integral parecida a la que supuso la revolución industrial.

Eso conlleva repensar los medios de transporte, sí; pero también las cadenas de distribución y producción de suministros que llegan a las ciudades todos los días. Hoy por hoy ese sistema es ecológicamente insostenible. En Europa se desperdician 88 millones de toneladas de comida cada año. El equivalente a lo que necesitaríamos para alimentar 495 millones de personas, según los expertos. Por eso, la Unión Europea planea reducir a un 50% sus residuos antes de 2030.

La energía solar es imparable

Aunque según cuentan, en la decisión de Trump ha pesado mucho la idea de ‘salvar el carbón norteamericano’, lo cierto es que eso no va a poder ser posible en un futuro cercano: las energías renovables están rompiendo con todos los récords que conocemos y están empujando hacia abajo el precio de la energía. Con un poco de suerte, la tecnología expulsará al carbón y al resto de combustibles fósiles del mundo de la energía en muy poco tiempo.

La última razón es política

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Y seguramente es la menos importante. La prensa norteamericana no se ha cansado de repetir que, esta jugada, aisla internacionalmente a EEUU y cede el testigo de todo un enorme conjunto de políticas (no sólo) ambientales a China y Europa. Eso es cierto, pero hay más.

El Acuerdo de París no es un tratado de cuotas y restricciones. Así fue el «fracasado» Protocolo de Kioto. París optaba por otro juego basado en la transparencia y la presión de la opinión pública.

Y por eso lo que están pensando muchos expertos y activistas es que los ataques de Trump pueden tener un efecto rebote sobre la opinión pública y eso puede acabar llevando a que muchos países acaben redoblando sus esfuerzos contra el cambio climático. Aunque esto depende, más bien, de todos nosotros.

Vía | Xataka

DJI Spark, hemos probado el dron que puedes controlar con gestos como si fueras un Jedi

Si tuviésemos que mencionar un par de los sectores tecnológicos más en auge en estos momentos, probablemente los drones acompañarían a los coches eléctricos en esa breve lista. Los drones están ya presentes en muchos aspectos de la industria, pese a que lo que ahora vemos sea sólo el germen de promesas mucho mayores. Pero si a día de hoy hay un líder en el mercado, ése líder es claramente DJI.

Un fabricante chino que en sus primeros cinco años de vida logró coronar el mercado doméstico y que ahora, con un par de años más de experiencia, ha presentado el DJI Spark que, entre otras cosas, podemos controlar con gestos. Tal y como lo leéis, con gestos al más puro estilo de los caballeros Jedi. Y además, hemos tenido la oportunidad de probarlo de primera mano antes de su puesta a la venta.

Usa la fuerza, Spark

Dji Spark

Cuando nos referimos al DJI Spark como al más asequible del catálogo del fabricante chino lo hacemos siendo conscientes de que DJI se sitúa en lo que podríamos llamar la gama alta del sector. Eso supone que para hacernos con el nuevo DJI Spark tengamos que desembolsar 600 euros sólo por el dron y un par de baterías, aunque la experiencia no es del todo completa si no añadimos algunas cosas más al conjunto.

El nuevo DJI Spark nos permite controlarlo con gestos a corta distancia. Un par de toques en el botón trasero con la cámara apuntando a nosotros, y a volar. A un par de metros de nosotros es capaz de reconocernos gracias a la cámara frontal y seguir los movimientos que indiquemos con el brazo. Como si pudiésemos controlar la Fuerza, el Spark se eleva y reduce altitud, y también se desplaza lateralmente conforme a nuestras órdenes.

Dji Spark

La distancia de estos gestos ha de ser corta, no obstante, aunque nos permite realizar algunos trucos. Como solicitarle que se aleje de nosotros y, con otro gesto simulando un encuadre con ambas manos, pedirle que nos haga una fotografía. O como hacer que nos siga de cerca como si fuese una obediente mascota. Una mascota de plástico, con corazón electrónico y voladora.

Controlar el DJI Spark con gestos nos permite tomarnos selfies y jugar a ser Jedi, pero su sistema está aún algo verde
Dji SparkEl cuerpo del DJI Spark cabe en la palma de una mano, y con las protecciones cabe fácilmente en cualquier mochila

Como nos informaba la propia DJI durante las pruebas de vuelo, el modo de gestos aún no está pulido al 100% y esperan que ya esté corregido para su puesta a la venta, porque a la hora de la verdad se desconecta demasiado, tarda en reconocernos y no responde correctamente a todos los gestos que hacemos. El desarrollo está avanzado, qué duda cabe, pero aún hay margen de mejora.

Pero para disfrutar de la experiencia completa, el DJI Spark requerirá de que lo emparejemos con el móvil o que empleemos un mando remoto que nos costará otros 200 dólares extra. Eso sí, vendrá con un lote de hélices extra, protectores, una tercera batería, un puerto de carga y también una bandolera para transportarlo. Porque si algo es el Spark, es transportable. Hablamos de un dron de tan sólo 300 gramos de peso.

Con el móvil es suficiente, pero Spark pide algo más

Dji Spark

El nuevo DJI Spark puede emparejarse con nuestro móvil gracias a la aplicación DJI GO, que podemos encontrar tanto en Android como en iOS. Com esta aplicación podremos recibir la imagen en tiempo real que el Spark recoge con su cámara y además tendremos dos controles laterales con los que desplazarlo hacia arriba y abajo, hacia los laterales, rotarlo y hacerlo avanzar y retroceder.

El manejo con el móvil es bueno aunque no contamos con la sensibilidad del mando físico a control remoto. Además, con los dedos sobre la pantalla perdemos algo de visión cuando controlamos el DJI Spark. En general la experiencia es buena pero si tenemos la oportunidad, hacernos con el control remoto será una buena decisión. Sobre todo cuando activamos el modo Sport.

En el modo Sport, el Spark se vuelve mucho más divertido aunque más vale que usemos el mando remoto para sus 50km/h de velocidad

El DJI Spark se desplaza lentamente, a una velocidad bastante controlable, y gracias a su cámara puede detectar obstáculos y frenar antes de colisionar, aunque su estructura está hecha para resistir impactos sin deformarse ni afectar al funcionamiento del terminal. El problema es que, cuando activamos el modo Sport, el control con el móvil se antoja insuficiente pues la potencia del Spark requiere de un sistema más preciso.

Dji SparkEl DJI Spark será compatible con las DJI Goggles, las gafas para ver la imagen de su cámara en tiempo real

El modo Sport hace que el Spark libere toda su potencia, a costa de reducir la autonomía de los teóricos 15 minutos totales a aproximadamente 10 minutos. También hace que los sensores de choque se vuelvan insuficientes, y es que a 50 kilómetros por hora impactaremos contra cualquier obstáculo antes de que el dron tenga oportunidad de frenar.

Es precisamente por eso que, en el modo Sport, el móvil no sea la mejor forma de uso y sí el mando remoto, con el que podremos controlar el dron sin necesidad de estar mirando nuestras manos o la pantalla. Algo que también podremos hacer con las DJI Goggles, las gafas de DJI que serán compatibles con el DJI Spark, aunque por el momento no están disponibles para él. Su uso, que hemos probado con el Phantom 4 Pro, nos permitiría no sólo liberar la vista de nuestras manos sino no depender de que nuestro móvil se vea bien o no al sol.

Un vuelo bastante suave y una distancia considerable

Dji Spark

Si hay algo que se puede destacar del DJI Spark es que su vuelo es muy fluido y responde con velocidad a todas nuestras instrucciones. Con 40 metros de altura máxima de vuelo y hasta dos kilómetros de alcance, el Spark vuela realmente de maravilla y su manejo se convierte el algo divertido. Eso sí, en cuanto nos alejemos un poco más de la cuenta deberemos estar atentos a la pantalla del móvil para ver dónde estamos, teniendo en cuenta que a mayor distancia, mayor retardo en la recepción del vídeo.

La cámara también funciona bastante bien durante el vuelo y genera un vídeo de bastante buena calidad. El DJI Spark genera vídeo en resolución 1080p (FullHD) y aprovecha muy bien el estabilizador óptico para absorber las vibraciones del vuelo. El vídeo es suave y de buena calidad, aunque el rotor de la cámara, el que nos permite girar el objetivo sin alterar el vuelo del dron, va ligeramente «a tirones». Bastará con pedirle que nos grabe mientras no nos pierde de vista para apreciar los saltos de la imagen con cada corrección de orientación. Algo que, por supuesto, no ocurre cuando es el propio dron el que gira.

Dji Spark

Pese a las pegas que pueden ponérsele al DJI Spark, principalmente en el lado del software, no cabe duda de que se ha convertido en una de las primeras opciones cuando hablamos de la compra de un dron para aficionados. Sus modos de vuelo inteligente, su control por gestos y el modo Sport para liberar toda su potencia lo convierten en un gadget más que atractivo.

A día de hoy es complicado encontrar un dron que ofrezca más por menos en el sector amateur

El principal problema de este DJI Spark viene desgraciadamente del lado de su precio, y su colocación en el catálogo de DJI. Con una calidad de vídeo FullHD y una autonomía

de 15 minutos por batería, el Mavic Pro se coloca muy cerca en cuanto a coste pero superior en características. El Mavic Pro cuenta con mayor número de sensores, con estabilizador mecánico de cuatro ejes y también con grabación 4K, aunque la cámara del Spark es superior. Una elección complicada si buscamos algo más que un dispositivo para ocio.

En resumen, el nuevo DJI Spark no sólo es el dispositivo más económico del catálogo de DJI sino que también es un gadget sorprendente y muy divertido. Resulta complicado encontrar un dron que ofrezca más por menos de 1.200 euros, el precio de su hermano mayor, el Mavic Pro, y la promesa de DJI es que su software estará acabado para su puesta a la venta.

Vía | Xataka

Esperando al sucesor del Fire Phone: Amazon ‘Ice’ en camino con un enfoque muy distinto

Se habló durante años del teléfono Amazon. La empresa de Bezos parecía tener todo lo necesario para plantear una alternativa válida en el mercado, pero en lugar de aprovechar su andadura acabó fracasando estrepitosamente con el Fire Phone, un teléfono que no acertó ni en enfoque ni, desde luego, en precio.

Aquel enorme tropiezo hacía dudar si Amazon volvería a intentarlo en este segmento, y ahora diversos rumores apuntan a que así será. Fuentes cercanas a la empresa revelan que el llamado ‘Ice’ será un smartphone orientado a países emergentes como India, pero además llegará con sorpresa: soporte de aplicaciones y servicios de Google de serie.

Nada que ver con el Fire Phone

Esa característica convertirá a estos dispositivos en modelos mucho más en línea con otras ofertas del mercado, algo que es bueno porque los usuarios podrán acceder desde el primer momento a las aplicaciones y servicios que conocen (¿y aman?) pero que también tiene un claro inconveniente: el de la diferenciación.

Firephone

Precisamente aquí tenemos a una de las pocas empresas que podría plantear un fork de Android con servicios y aplicaciones propias, pero en Amazon parecen preferir ir a un camino más convencional —justo lo contrario de lo que indicaban los rumores hace un año— con una propuesta que sí tendría un aliado importante: Alexa.

Esa podría ser la verdadera nota diferencial de estos productos, que por lo visto ya se están evaluando en forma de prototipos con pantallas de 5,2 y 5,5 pulgadas. Según las filtraciones estos modelos modestos cuentan con un Snapdragon 435, 2 GB de RAM y 16 GB de capacidad, además de una cámara de 13 Mpíxeles.

Tenemos por tanto ante nosotros unos dispositivos muy modestos pero que precisamente podrían destacar por ser muy competitivos: se habla de un precio inferior a los 100 dólares. Veremos si Amazon sigue ese camino finalmente, algo que por ejemplo no ha hecho en sus tablets Fire HD, que siguen manteniendo la apuesta por la App Store de Amazon.

Vía | Gadgets360 | Xataka

La cancelación de ‘Sense8’ es sólo el principio: Netflix cancelará más series, y es totalmente normal

‘Sense 8’ no tendrá tercera temporada. Se une así a ‘The Get Down’, cancelada tras su primera entrega, y ‘Bloodline’, que no vivirá más allá de su tercera temporada. Y esto es sólo el principio: durante los próximos meses, Netflix seguirá cancelando series. Y no lo digo solamente yo, sino también el propio Reed Hastings, CEO de la compañía. ¿Por qué?

La importancia de la audiencia

Hace unos años, era habitual escuchar la errónea afirmación de que a cadenas como HBO o Showtime no les importan las audiencias de las series que emiten. Esto no es cierto, o no lo es del todo, y es importante entender las diferencias para entender qué está pasando con Netflix hoy en día.

En Estados Unidos existen tres tipos de cadenas: las generalistas (NBC o FOX, por ejemplo), las de cable básico (AMC o Syfy, por ejemplo) y el cable premium (HBO o Showtime, por ejemplo).

Canales Tele

Una de las principales diferencias entre los tipos de cadenas es de dónde proceden sus ingresos. Para las generalistas parece claro: de la publicidad. Por eso a ellas les interesa mucho que sus programas tengan más audiencia: a mayor número de espectadores, más pueden cobrar. ¿Que algún programa no llega a sus mínimos? Se cancela sin mayor miramiento.

El cable básico lo componen las cadenas de pago que tienen anuncios. Reciben, por tanto, dinero de los propios anuncios y de las suscripciones de los usuarios con sus operadores. La importancia aquí del número de espectadores sigue siendo alta (recordemos: hay publicidad), pero también cobra peso el número de clientes que pagan cada mes por su suscripción de tele por cable.

Y finalmente tenemos el cable premium. HBO no tiene anuncios. ¿Cómo se financia entonces? En su mayor parte, directamente de suscripciones(aunque también de la explotación de los derechos de sus contenidos, que ellos también producen). ¿Qué pasa si una serie tiene poca audiencia? Pues que no necesariamente deja de ser rentable para ellos: si el título tiene repercusión, si la crítica la pone por las nubes (ejem ‘The Wire’ ejem), si aparece en premios, si se vende bien a nivel internacional… todo esto puede favorecer a que para HBO una serie sea rentable pese a que sea minoritaria.

Ahora bien: ¿qué pasa si una serie tiene muy poca audiencia y no consiguen rentabilizarla de otra forma? Pues lo lógico: que la cancelan. Que las cadenas de cable no estén tan pendientes de la cifra de espectadores no significa que la ignoren. A fin de cuentas son empresas que quieren maximizar su beneficio: si nadie ve una serie, lo más normal, salvo raras excepciones, es que deje de ser rentable para ellos.

Netflix hará sus cálculos internos, que dependen también del número de espectadores (aunque no exclusivamente): lo que no sea rentable, fuera.

Con Netflix ocurre un poco lo mismo que con HBO y el resto de cadenas de cable premium. Netflix no tiene anuncios y sus ingresos proceden de las suscripciones de sus clientes. ¿Qué pasa si una serie no la ve casi nadie pero está atrayendo fieles suscriptores? Que igual les sigue saliendo rentable mantenerla. ¿Y si una serie no la ve casi nadie y apenas tiene repercusión? Pues que lo que les conviene es deshacerse de ella. Tan simple como eso.

Reed Hastings, CEO de Netflix, concedía una entrevista tras las cancelaciones de ‘The Get Down’ y ‘Sense 8’ y reconocía que a la hora de valorar la cancelación de una serie tenían en cuenta un «mix» de factores, incluyendo la audiencia y el crecimiento de suscriptores, pero añadía: «Mayormente, el cuánta gente la ve. Pero ambos están muy conectados».

La audiencia importa. En mayor o menor medida (para las generalistas mucho, para Netflix o las cadenas de cable premium no tanto ya que hay más factores a considerar), pero importa. Al final del día, si una cadena o portal VOD calcula que una determinada serie les está haciendo perder dinero, lo más normal es que la cancele: bien porque no la ve nadie, bien porque no consigue nuevos suscriptores o incluso puede darse el caso de que funciona relativamente bien pero es muy cara y las cuentas no salen.

Haciendo hueco a otras series

Además de si es rentable o no, ¿hay más razones para cancelar una serie? Sí: hacer hueco a otras que podrían tener un mayor potencial. Esto ocurre frecuentemente en las cadenas de televisión tradicionales, que tienen una parrilla definida y un grupo limitado de huecos por rellenar. A veces sólo hay espacio para tres horas diarias de primetime, y series que no lo hacen mal pero no llegan a ser éxitos se quedan fuera.

Netflix Originals Content

Con Netflix no existe este problema de huecos limitados, pero sí el limitar las producciones propias si no quieren que el presupuesto se les vaya por las nubes. En 2017, Netflix gastará 6.000 millones de dólares en contenidos, tanto en sus propios títulos como en títulos de otros para su catálogo. Y eso es mucho dinero si lo comparamos con la competencia (tanto en servicios como en cadenas internacionales).

Netflix no tiene una parrilla limitada pero sí un presupuesto limitado: si creen que pueden hacer cosas mejores (y con mejores resultados), van a cancelar series para hacerles hueco

‘The Get Down’ es una de las series que cancelaban a finales de mayo tras su primera temporada. La serie no tuvo una «vida» fácil (hubo bastantes problemas detrás de las cámaras, retrasos, cambios de producción, etc.) y era uno de los títulos propios más caros de Netflix, con 120 millones de dólares sólo para su primera temporada. Puede que estuviera funcionando regular, pero el hecho de que fuera tan cara y de que con ese dinero se pudieran hacer muchas más cosas seguro que fue uno de los factores claves a la hora de tomar la decisión.

Hastings, de hecho, reconocía en la entrevista que mencionábamos antes que le fastidiaba conseguir tantos éxitos y que esto era síntoma de que no estaban experimentando lo suficiente. «Siempre insisto al equipo de contenidos: ‘Tenemos que tomar más riesgos, tenéis que probar cosas más locas. Porque deberíamos tener una tasa de cancelaciones más altas'».

Hastings es un hombre muy comedido, no se sale apenas del guión y sabe qué decir en cada momento pero, dejando de lado el tono de «marketing» que utilizó en esa frase, tiene razón: Netflix tiene que hacer hueco con sus producciones que no están funcionando tanto para lanzarse a la piscina con contenidos más arriesgados. Algunos triunfarán, muchos otros no; pero es lo que tienen que hacer si quieren conseguir el próximo ‘Juego de Tronos’.

Entonces, ¿por qué la gente se sorprende?

Cuando se anunciaron las cancelaciones de ‘The Get Down’ y, sobre todo, de ‘Sense 8’, numerosos seguidores recurrieron a las redes sociales para mostrar su descontento (algo normal: siempre duele que te cancelen una serie que te gusta) y, sobre todo, sorpresa. A parte de los usuarios de Netflix les sorprende que el servicio VOD cancele programas. ¿Por qué? En mi opinión, existen varias razones.

La primera, y quizá más importante, la falta de transparencia por parte de Netflix. No sabemos cuánta gente ve sus series, ni tenemos ningún indicio sobre lo que es popular o no. Sabemos que ‘Juego de Tronos’ o ‘The Walking Dead’ son auténticos éxitos porque sus audiencias se publican cada semana. Con Netflix, no: ya han insistido en que nunca publicarán sus audiencias. Y, como no tienen publicidad ni anunciantes a los que seducir, no tienen que hacerlo.

Cancelar series sin final, ¿tú también, Netflix?

La segunda razón, que explico en el punto siguiente y es casi tan importante como la anterior, es el hecho de que no estén dando finales cerrados a las series que tienen pensado cancelar. Si eres una cadena y necesitas cancelar para dejar hueco, es «entendible». Pero, sin tener esa prisa, ¿por qué no elegir dar un cierre a sus fans?

La tercera razón es, para mí, el que hasta ahora no hayan cancelado demasiadas series y que por eso a algunos sorprenda que en algún momento iban a cancelar. Netflix está en una fase temprana de su producción propia: sólo lleva haciendo contenidos unos años, y los primeros títulos (‘House of Cards’ o ‘Orange is the new black’) han sido un éxito. Conforme pasen los años habrá más series, más apuestas y títulos con varias temporadas a sus espaldas (y, por tanto, más caras de mantener) que seguramente dejen de ser rentables y se queden por el camino, pero hasta ahora sí que es verdad que no ha habido muchos casos. Habrá más cancelaciones, eso seguro.

En cuarto lugar, está la fama de «rescatadores de series» que se han ido labrando. ‘Las Chicas Gilmore’, ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ o ‘Arrested Development’ son ejemplos de series «revividas» de forma inesperada. Cuando la gente ya se había acostumbrado a ver a Netflix como el «campeón de las series injustamente canceladas», ahora van y se ponen a cancelar ellos, con el «choque» que esto produce. «¿Quién va a rescatar ahora las series que Netflix cancele?», leía en tono de humor hace unos días en Twitter.

Netflix es, ante todo, un negocio, pero…

En esta época del «buenrollismo», en la que las grandes empresas tecnológicas nos quieren vender que son nuestras amigas y están aquí para hacer que nuestra vida sea mejor y salvar al mundo (Facebook y su misión de conectar a billones de personas para que todos seamos felices y comamos perdices, por ejemplo), no podemos olvidarnos que todas estas empresas son… empresas.

Al final del día, quieren ganar dinero, y en esto no se diferencian de las cadenas tradicionales. Por mucho algoritmo que haya, la fórmula perfecta para generar contenidos no la tiene nadie, ni siquiera Netflix. ¿Que algo les funciona? Siguen adelante con ello. ¿Que algo les deja de funcionar? Se queda por el camino. Así ha funcionado toda la vida el mundo de la televisión y con Netflix, por todo lo que he explicado, ocurre lo mismo.

A Netflix no se le puede reprochar que cancele series, pero sí que las cancele sin darles un final digno

Lo que sí se le puede reprochar a Netflix, y en mi opinión es algo que no están haciendo bien, es en el cómo eligen cerrar estas series. Al no depender de forma tan instantánea de la audiencia y no tener la necesidad de dejar su hueco libre para otro título en cuestión de días, podrían darles un buen final, cerrado, y contentar a todos sus seguidores. O incluso grabar un capítulo de cierre a posteriori. En algunos casos no será posible, pero sí en la mayoría, y aquí es donde el descontento de los espectadores es más que comprensible.

Esto último puede ser un arma de doble filo: ¿cómo convences a tus espectadores de que vean tus nuevas series si te ganas la fama de ser un «cancelador» de títulos que las deja a medias? A FOX todavía le está costando quitarse esa fama (‘Firefly’, ‘Arrested Development’, etc.) e imagino que a Netflix no le interesará nada ganársela. Ahí Netflix sí que tiene trabajo y margen de mejora por delante.

Nota: sobre esto último, nuestra compañera Adriana Izquierda hace una interesante reflexión en ¡Vaya Tele!: Por qué dejar sin final a ‘Sense8’ podría ser perjudicial para la marca Netflix

Vía | Xataka

WWDC 2017: sigue en directo la keynote de Apple de hoy con nosotros

Ha llegado el gran día para Apple. Hoy, 5 de junio, la marca que dirige Tim Cook celebra la WWDC 2017, una nueva edición de su anual evento para desarrolladores y en la que como ya es tradicional nos enseñarán lo que está por venir en software y puede que alguna que otra novedad de hardware.

Desde Xataka podréis seguir la keynote con nosotros en directo a través de nuestra página en vivo o de nuestra cuenta de Twitter (@xataka). Y, durante el evento y al término del mismo, podréis leer toda la información en Xataka.com. Toma nota del horario:

  • España: 19.00
  • Mexico: 12.00
  • Ecuador: 12.00
  • Colombia: 12.00
  • Chile: 13.00
  • Argentina: 14.00

Qué esperamos de la WWDC 2017

Software, mucho software: nuevo iOS, macOS, tvOS y watchOS. Durante las últimas horas además se ha filtrado un explorador de archivos para iOS 11, que podría ser una de las grandes novedades de la próxima versión del popular sistema operativo de Apple.

En cuanto a hardware, se habla de una renovación de los MacBook, pero sólo a nivel interno, y de un posible nuevo iPad. Además, quizá podríamos conocer el altavoz que supuestamente Apple está preparando con Siri para rivalizar con los Echo de Amazon y el Google Home de Google. Veremos.

Saldremos de dudas en unas horas. Mientras tanto, podéis leer todos los rumores pre-WWDC aquí. ¡Os esperamos esta tarde para vivir la conferencia con nosotros!

En directo | Sigue la WWDC 2017 con nosotros

Vía | Xataka